Intento del
Mont Blanc de Tacul 4248 m. por el
Aiguille Du Midi
Con un día estupendo y
temperatura agradable tomamos en Chamonix, casi en la puerta de nuestro
apartamento, la telecabina que nos sube al vertiginoso Aiguille du Midi a 3842
m. En 20 minutos salvamos 2000 metros de
desnivel. Nos separamos de los turistas y nos dirigimos a la cueva de hielo,
donde grandes carteles nos indican que entramos en la alta montaña y que desde
allí nada esta garantizado
Si sabéis un poco de Francés
os adjunto estos dos vínculos muy interesantes sobre esta telecabina y su
historia.
Para empezar una
afilada arista de nieve con
espectaculares caídas a los dos lados nos lleva a la Valle Blanche que junto
al glaciar du Geant forman la Mer de Glace. Estamos en un glaciar a 3500
metros de altitud, a nuestro alrededor es un
desierto de
nieve con grietas de profundidad indeterminada y seracs como edificios.
Atravesamos el llano hasta llegar a las rampas del Tacul empezando ya con
fuertes pendientes.
El MB de Tacul es un cuatromil en
teoría no muy difícil pero una
enorme grieta se había abierto cortando horizontalmente toda la ladera y
obligando a trazar la huella de forma directa por su parte izquierda.
Conforme subíamos aumentaba la
inclinación, cruzamos la grieta por un puente de nieve creado por un alud
reciente, a partir de allí la cosa se complica y aumenta mucho la
verticalidad. Antonio y Nacho van en la primera cordada y parece que suben
bien, yo me inquieto pero sigo. Cuando llegamos a un resalte vertical otros
montañeros están atascados asegurándose con tornillos en el hielo (una posible
caída seria larga y acabaría en el fondo de la grieta), Antonio empieza a
subir aparentemente sin dificultad y Nacho le sigue, pero cuando casi llega
arriba se para, le observamos con nerviosismo. Pronto nos dice que aquello es
hielo puro, no clava bien el piolet con lo cual sin más debate decidimos
retroceder.
Bajar el trozo de resalte es
delicado, aseguramos a Antonio como podemos y al final bajan los dos con las
manos insensibles por el frío.
No hemos llegado pero no nos importa,
estamos vivos y tenemos el propósito de morir de viejos, asumiremos solo el
riesgo que controlamos, quizás en otra ocasión volvamos con tornillos y más
material y lo pasemos, pocas veces nos hemos dado la vuelta tan satisfechos y
contentos.
Empezamos a bajar hasta llegar al
puente de nieve, Oscar y Javi pasan los primeros en mi cordada, cuando me toca
a mi destrepo por el hielo hasta el borde de la grieta y
salto al puente, noto que me hundo y
asustado me tiro de espaldas y ruedo para salir del puente cayendo con los
crampones sobre la pierna de Javi (¡pobre! le rompí el pantalón).
El resto fue bajar tranquilamente
haciendo fotos y disfrutando de las vistas hasta el llano, por ultimo hay que
remontar más 200 m. de desnivel hasta la estación de la telecabina pasando de
nuevo la aérea cresta de nieve terminando en la cueva perforada en el
hielo donde nos recibieron los turistas haciéndonos multitud de fotos.
Recorrimos la estación de arriba a
abajo gozando de las vistas y el buen tiempo.